Supremum vale Ovidio Caminamos por las oscuras y frías veredas del bosque, la noche está cerrada y las ramas, guijarros y espinas se encajan en las plantas de mis pies. Hoy es un día especial, un día de renovación, de compromiso, de dominio. Hace muchas lunas que se cumplió el ciclo vital, es menester darle lo que le pertenece, para tener equilibrio, para vivir. Estamos como recién nacidos, purificados, y así tomamos cada uno nuestro lugar en el hexámetro que está tallado a un lado del acantilado. Somos los guardianes, nosotros sabemos lo que no se debe saber, y sufrimos para que otros no tengan que hacerlo. Abajo, solo hay oscuridad. Hace miles de años nuestros ancestros descubrieron el secreto, el engaño, y pudieron terminar con el dominio de la Diosa Blanca, ahora somos nosotros los que honramos el pacto, los que mantenemos seguros a los demás. Nos recostamos mirando al firmamento, listos para la comunión. Mientras las Híades resplandecen anor
Relatos oscuros de Ernesto Moreno